De vuelta y vuelta


De nuevo unas pulseras.
Mi amiga Cova me había encargado una pulsera de doble vuelta como la que os enseñé hace unos días.
Preparé dos para tener dónde elegir.
La primera, cuero trenzado en color gris, piedra natural, una perla y la chapina de la rana saltarina.
Una combinación de colores muy suave a juego con el cuero.


La segunda en marrón, también con piedra natural y perla y, en este caso, un colgante de angelito.
En ésta, los colores de las piedras, más vivos, contrastan con el marrón del cuero 
y resulta una pulsera muy alegre.
¿Sabéis por cuál se decidió?
¡Al final se quedó con las dos! Le gustaron mucho.



Azul y verdes




En esta ocasión os traigo una gargantilla.
Tenía un trozo de cuero muy bonito, azul con irisaciones, y ese fue el comienzo.
Después encontré la perla con forma de flor que tanto tiempo llevaba guardada en el baúl de los recuerdos, y decidí darle una oportunidad.
A continuación, piedras naturales:
Verde oscuro, un poco más claro, tirando a amarillo y también en un tono natural.





Luego otras más oscuras que, aunque verdes, parecen marrones.

Las perlas siempre son un buen complemento para este tipo de gargantillas y no dudé en añadirlas al conjunto.

Lista para poner con una camisa blanca y unos vaqueros.









Rosina




Os presento a Rosina.
Hace tiempo que quería hacer una muñeca para un broche o un collar, y hoy me he decidido.
Me ha costado bastante porque cada cosa era una novedad para mi y no sabía cómo iba a salir.
Primera dificultad: pintar la cara. Probando, probando ...  no quedó mal.
El pelo, segundo reto: poco a poco fui pegándolo y luego le hice el moño.
Una perlina para adornarlo.




Y ya el vestido fue lo más asequible, con un poco de tela, cinta y tira bordada, quedó muy mono.
El resto, terreno conocido: cola de ratón y unas perlinas.
¿Os gusta?


Flores y colores



Algo de color, de luz era lo que estaba buscando para alegrar un poco el atuendo, casi otoñal, que tenemos que seguir llevando por estas tierras del Norte.
Nuestra primavera siempre es muy "sui generis", y este año tira más a otoño que a verano, así que decidí hacer unas pulserinas que me alegraran estos días.

La primera: Colores. Dos vueltas de cuero, terminales plateados y, el punto fuerte: tres bolinas aplastadas de piedra natural en colores vivos junto con una perlina y una chapa de la rana saltarina.


La segunda: Flores. Pura sencillez: cinta liberty y un strass en el centro.


Y juntas aportan el colorido, la "chispa" que yo andaba buscando para que la primavera asome un poco a mi alrededor.
Misión cumplida!!

Venezia


Es una de las ciudades más hermosas que he visitado.
Sus edificios parecen surgir del agua de una forma inexplicable.
A pesar de que muchos de ellos están en un estado de urgente restauración, tienen un encanto muy especial. 


Son muchos los turistas que navegan por sus canales en góndola mientras el gondolero ameniza su paseo entonando alguna de las más conocidas canciones populares.


Además de las tradicionales góndolas, también abundan las pequeñas y modernas embarcaciones, el medio de transporte obligado en esta ciudad conocida como "La ciudad de los canales".


Después de pasear por Venecia  y contemplar sus famosas plazas y edificios,  hay que visitar alguna de sus tiendas.


Piezas de cristal de Murano a la vuelta de cada esquina, collares y pulseras llenos de colorido que captan la atención del paseante


como lo hacen las hermosas porcelanas dignas de ser contempladas en escaparates como éste, tan lleno de color,


o las últimas tendencias de la moda, en pequeñas tiendas que nos acercan ese estilo tan elegante que tienen los italianos.


A continuación, un paseo a la orilla del canal contemplando sus magníficos edificios.



Una parada para tomar un refresco mientras disfrutamos de unas espléndidas vistas.


Y, ya al atardecer, mientras el sol se oculta en el horizonte, la ciudad muestra su aspecto más  relajado.
Es tiempo de descansar y disfrutar de la tranquilidad de la noche.


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